El mundo no va a ser nunca un lugar más hermoso, ¿para qué engañarnos? Sin embargo, a veces, uno necesita pegar cuatro gritos y quedarse tan a gusto. No servirá de nada, no. Pero, yo te lo cuento, tú lo comentas y seguro que así será más llevadero... El mundo... ¡Ay! ¡Qué mundo éste!